Cuando sales a surcar las aguas con tu flamante embarcación, una de las cosas que no debes dejar en tierra es tu Seguro de Embarcaciones. Si todavía no cuentas con él, en este artículo te contamos cómo calcular un seguro para barco, cuándo es obligatorio y cómo conseguir una póliza que se ajuste a tu embarcación, sea del tipo que sea.
Toda embarcación propulsada a motor, por pequeña que sea, debe contar con un seguro que cubra, al menos, la responsabilidad civil derivada de los daños que pueda provocar durante la navegación o incluso cuando esté atracada. Este seguro mínimo obligatorio de barcos debe incluir las siguientes coberturas:
A estas coberturas puedes añadir muchas otras que te permitirán disfrutar de la navegación sin preocupaciones, como la cobertura asistencia náutica, de robos, de daños de la propia embarcación o la responsabilidad civil por contaminación accidental.
Las embarcaciones que no son propulsadas a motor (por ejemplo, un barco de vela ligera) también deben contar con un seguro obligatorio si tienen más de 6 metros de eslora.
En todo caso, siempre es conveniente contratar un seguro para embarcaciones que cubra al menos los daños a terceros. Por pequeña que sea tu embarcación, si el viento no sopla a tu favor o pierdes el control de tu moto de agua, puedes acabar pagando indemnizaciones cuantiosas. ¡Mejor estar cubierto!
Calcular el precio de un seguro para barco no es nada fácil, ya que hay muchos elementos que entran en juego. Para que te hagas una idea, algunos de los factores que influyen en el precio de un seguro para barco son:
1. El tipo de embarcación. El precio variará si es una moto acuática, un barco a motor, una embarcación neumática o semirrígida, un velero, un barco de vela ligera, un llaut, una chalana, un pesquero, etc. Cada embarcación tiene diferentes riesgos, de modo que la tipología es uno de los factores más determinantes para calcular un seguro para barco.
2. El uso. Tendrás que especificar si se trata de un uso personal o profesional, si se alquila con tripulación o sin tripulación o si participa en regatas y competiciones.
También debes tener en cuenta que las embarcaciones que participan en regatas, pruebas o competiciones deberán suscribir un seguro especial destinado a cubrir la responsabilidad civil de los intervinientes.
3. Las coberturas incluidas. Las coberturas contratadas modifican ampliamente el coste de las pólizas, ya que los seguros de barco pueden sumar muchas coberturas que protegen a la embarcación y a sus ocupantes.
Algunas de las más populares son: cobertura para embarcaciones auxiliares, gestión de multas, asistencia en el mar, defensa y reclamación de daños, cobertura de responsabilidad civil por contaminación accidental, pérdida de llaves, pérdida total o abandono de la embarcación, remolque y salvamento, efectos personales a bordo, uso para pesca deportiva, remoción de restos, accidentes personales de los ocupantes, Institute Yacht Clauses para yates (cláusulas inglesas para yates) o rotura de mástiles, velas y toldos, entre otras.
4. Los metros de eslora. A más tamaño de la eslora, mayor es el precio de una póliza. Este es otro motivo por el que calcular un seguro de barco puede ser muy complicado, así como hablar de forma genérica sobre el coste de la póliza.
5. El número de motores y su potencia. Estos factores pueden aumentar el precio, ya que embarcaciones con más potencia pueden requerir coberturas específicas.
6. La zona de navegación. La zona donde vayamos a navegar también marcará el precio. La zona 1 hace referencia a una navegación ilimitada, pero a medida que aumenta la cifra se establecen más limitaciones, hasta llegar a la zona 4 (limitada a 12 millas náuticas siguiendo una línea paralela a la costa, además de a las aguas interiores).
7. Los ocupantes. Es muy importante indicar en la póliza un número máximo de ocupantes, ya que serán los que están autorizados y cubiertos.
8. Antigüedad de la embarcación. Las primas pueden aumentar a medida que envejece la embarcación.
9. La titulación de la persona que va a manejar la embarcación e historial de navegación. De forma análoga a los seguros de automóviles, una amplia experiencia y un historial libre de siniestros pueden abaratar la prima.
Todos los anteriores son factores que se utilizan para calcular un seguro para barco, ya que tienen un gran impacto en los riesgos que puede correr la embarcación.
Para saber cuánto puede costar tu seguro, lo mejor es que contactes con un agente de seguros de confianza, quién te solicitará una serie de datos, como la marca y modelo de la embarcación, el año de construcción, la potencia del motor, el material del casco, el número de plazas autorizadas, el ámbito de navegación, la bandera y mucho más. Con todo esto, podrá elaborar una presupuesto de seguro para la embarcación que se adecúe tanto a sus características como a las coberturas que estás buscando.
Ten en cuenta que los seguros de barcos son altamente adaptables, ya que las embarcaciones son muy variables. Por eso, en este proceso es esencial la figura de un agente experto en seguros que te pueda asesorar y adaptar la póliza a la protección que necesitas. Con un seguro de barcos personalizado, todo irá viento en popa.