La caza es una actividad popular en España, pero también es importante entender la responsabilidad que conlleva. Los cazadores deben asegurarse de que están protegidos ante posibles daños y accidentes. Por esta razón, es esencial contratar un seguro del cazador. En este artículo, te presentamos tres motivos por los que es imprescindible hacerlo:

 

1. Porque es obligatorio

 

En España, todos los cazadores están obligados por ley a tener un seguro de responsabilidad civil. 

La Ley 1/1970, de 4 de abril, de Caza, y su Reglamento, aprobado por Decreto 506/1971, de 25 de marzo, establecieron la obligación de todo cazador de contar con un contrato de seguro para cubrir la obligación que existe de indemnizar los daños causados a las personas, con ocasión del ejercicio de la caza.

De hecho, no se puede obtener la licencia de caza sin haber acreditado este contrato de seguro, ni ejercer la misma sin que el contrato de seguro se encuentre vigente (es decir, con las primas correspondientes abonadas).

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2. Para proteger tu patrimonio personal

 

Un seguro del cazador cubre los daños causados a terceros que puedan ocurrir durante la actividad de caza, como lesiones a otras personas, y se responsabiliza tanto de los daños causados por el propio cazador (por ejemplo, un disparo involuntario que dañe a una persona), como los causados por las personas y perros que estén a su cargo

En caso de no contar con un seguro, el cazador tendría que asumir personalmente cualquier coste de daños y enfrentarse a las sanciones correspondientes por no contar con un seguro obligatorio.

Además, es posible tener que indemnizar a una persona incluso si no hemos sido directamente los responsables del accidente, ya que la ley establece que, en caso de no poder identificar al autor de los daños dentro de una partida de caza, deben responder solidariamente los seguros de todos los participantes.

A la hora de contratar un seguro de cazador, es importante tener en cuenta que la ley únicamente obliga a contratar una cobertura de responsabilidad civil hasta 90.151,82€. Sin embargo, los accidentes más graves ocurridos durante la práctica de la caza suelen superar esta cantidad. Según datos de Unespa, las indemnizaciones en caso de muerte o invalidez de un tercero pueden superar ampliamente los 96.280 €. 

Por lo tanto, es muy recomendable que el cazador hable con su compañía aseguradora para establecer unos límites de indemnización más amplios, teniendo en cuenta que las indemnizaciones por los accidentes más graves superarán con creces la cantidad establecida en el seguro obligatorio y que, en este caso, el cazador debería completar la indemnización con su patrimonio.

Por otro lado, es importante revisar que el seguro de cazador cubra, además de los daños personales a terceros (es decir, los daños a la integridad física de una persona), también los daños materiales. No todos los seguros lo hacen, dado que solo es obligatorio que el seguro cubra los daños personales, pero es muy recomendable, o puedes acabar respondiendo con tu patrimonio por perjuicios ocasionados a bienes de otras personas mientras cazas.

 

3. Para contar con protección legal

 

En el caso de que un cazador se vea involucrado en un litigio relacionado con la actividad de caza, un seguro del cazador puede proporcionar protección legal. Esto puede incluir gastos legales y asesoramiento jurídico para ayudar al cazador a defenderse ante cualquier acusación. Así, podrá hacer frente a las reclamaciones de los posibles perjudicados.

 

En definitiva, contratar un seguro del cazador es esencial para garantizar la protección y seguridad de todos los implicados en la actividad de caza. Contar con el asesoramiento de un agente de seguros puede ayudarte a configurar una póliza con unos límites de indemnización adecuados y así tener la tranquilidad de que estás bien protegido ante cualquier eventualidad.