Si quieres empezar a ahorrar para comprar tu primera casa, para ese viaje soñado, para empezar un nuevo proyecto o, simplemente, para crear un colchón en caso de que en el futuro surja algún imprevisto, te interesará saber más sobre los Planes de Ahorro a Largo Plazo (PALP), ya que son una excelente forma de proteger el ahorro acumulado y seguir aumentándolo, poco a poco y sin riesgos. Te contamos más sobre ellos.
En el año 2015, con el objetivo de incentivar el ahorro de las familias, se llevó a cabo en España una reforma fiscal que dio lugar a los Planes de Ahorro a Largo Plazo, también llamados Plan de Ahorro 5, dado que el principal atractivo de esta fórmula es la exención de pagar IRPF sobre los intereses generados por el plan, pero solo se aplica si se mantiene la inversión durante cinco años. Si se rescata la inversión antes de este plazo, se pierden los beneficios fiscales.
Los Planes de Ahorro a Largo Plazo son productos de capitalización, es decir, en ellos se reinvierte constantemente el dinero que ahorramos, para hacerlo crecer. A los cinco años, se cobran los intereses acumulados junto al dinero aportado.
Están pensados para un perfil de ahorrador conservador, al que no le guste el riesgo y que busque una rentabilidad a largo plazo, para que la subida del coste de la vida no se coma sus ahorros.
Dentro de los Planes de Ahorro a Largo Plazo, podemos encontrarnos con dos modalidades.
Los SIALP y los CIALP tienen algunas diferencias, que comentaremos más adelante, pero también comparten muchas características, que te explicamos a continuación.
Ahora que ya sabes un poco más sobre cómo funcionan los Planes de Ahorro a Largo Plazo, quizás te interese conocer qué diferencias hay entre un SIALP y un CIALP, más allá de que el primero toma forma de seguro y, el segundo, de cuenta bancaria.
Una de las ventajas de los SIALP es que pueden reinvertirse al llegar al vencimiento, lo que permite seguir ahorrando y beneficiándose de las ventajas fiscales, sin perder la antigüedad. En cambio, un CIALP debe retirarse a los 5 años en forma de capital, de forma obligatoria.
Otra diferencia fundamental es que, como hemos señalado, el SIALP es un seguro de vida-ahorro. Esto permite designar beneficiarios en caso de fallecimiento, quienes recibirán de inmediato el capital acumulado más un capital adicional que se establece en las condiciones particulares del contrato, en concepto de seguro de vida. Un CIALP no tiene coberturas en caso de fallecimiento.
Por último, hay algunas diferencias técnicas, como el tipo de interés. En referencia a los CIALP, oirás hablar de un interés TAE. En el caso del SIALP., se trata de un IT o interés técnico garantizado, que es el que se usa en el sector seguros. El IT puede ser fijo o variable y no se aplica sobre el 100% de lo aportado, sino que hay que descontar los gastos de gestión (si los hay) y la prima de riesgo asociada al fallecimiento u otras coberturas adicionales.
Por otro lado, el organismo máximo de supervisión para un SIALP es la Dirección General de Seguros y, en el caso de un CIALP, el Banco de España.
A la hora de decantarte por un Plan de Ahorro a Largo Plazo, busca uno que te comunique las condiciones y la rentabilidad de forma clara y transparente.
En Ges ofrecemos un SIALP con un interés revisable semestralmente, que comunicamos al inicio de cada semestre de forma anticipada, por lo que puedes conocerlo de antemano, antes de realizar la aportación.
Si quieres conocer qué rentabilidad puedes sacarle a tu dinero, localiza a tu agente Ges más cercano, quien puede asesorarte y enseñarte diferentes escenarios de rentabilidad para que tengas claro qué es lo que puedes conseguir con un Plan de Ahorro a Largo Plazo.