Cuando se trata de proteger nuestro vehículo, el seguro de coche a todo riesgo es una de las opciones más completas que existen en el mercado. Este tipo de póliza, ofrece una cobertura amplia que puede resultar vital en caso de que se produzca un siniestro. A continuación, repasaremos las principales coberturas que se incluyen en un seguro de coche a todo riesgo:
Cobertura por daños propios
El seguro a todo riesgo se caracteriza principalmente por ofrecer cobertura de daños propios. Esto significa que la compañía aseguradora cubre los daños que sufra tu vehículo como consecuencia de un accidente. Esta cobertura es crucial porque, a diferencia de un seguro a terceros, no solo protege frente a daños causados a terceros, sino que también cubre los desperfectos en el propio vehículo asegurado.
Otra de las coberturas esenciales que ofrece un seguro de coche a todo riesgo es la cobertura contra robo. En caso de que tu vehículo sea robado o sufra daños a causa de actos vandálicos, el seguro cubrirá los costes asociados. Es importante señalar que la cobertura incluye no solo el robo total del vehículo, sino también el robo parcial de partes o accesorios.
La rotura de cristales es una de las coberturas que más se valoran. Los cristales del vehículo, incluyendo el parabrisas, las lunas laterales y la luna trasera, están protegidos contra cualquier tipo de rotura, ya sea por accidente, actos vandálicos o condiciones meteorológicas adversas.
Este tipo de póliza también incluye la cobertura de incendios. Si tu vehículo sufre daños a causa de incendios provocados por caída de rayos u explosión, el seguro a todo riesgo cubrirá los costes de reparación.
Además de la responsabilidad civil obligatoria, que cubre los daños que puedas causar a terceros, un seguro a todo riesgo incluye la responsabilidad civil voluntaria. Esta ampliación de cobertura te protege contra reclamos que superen los límites establecidos por la ley para la responsabilidad civil obligatoria. Es una salvaguarda adicional que asegura que no tengas que asumir personalmente gastos derivados de daños a terceros que excedan dichos límites.
La defensa jurídica y reclamación de daños es otra cobertura clave en un seguro a todo riesgo. En caso de verte involucrado en un accidente, el seguro proporcionará asistencia legal para defender tus intereses. Esto incluye tanto la defensa en procedimientos penales como la reclamación de daños a terceros responsables del siniestro.
Una cobertura que no siempre se tiene en cuenta pero que es extremadamente útil es la asistencia en viaje. En caso de que tu vehículo sufra una avería o accidente, esta cobertura garantiza que recibirás asistencia en el lugar del incidente.
Un aspecto que ha cobrado relevancia en los últimos años es la cobertura por daños causados por colisión con animales. Este tipo de accidentes, aunque no muy frecuentes, pueden causar daños significativos a un vehículo. Los seguros a todo riesgo generalmente incluyen esta protección, cubriendo los costes de reparación si tu coche colisiona con un animal en la carretera.
En situaciones donde el vehículo sufre daños tan graves que la reparación no es económicamente viable, se considera una pérdida total. En estos casos, el seguro a todo riesgo puede indemnizarte por el valor venal del coche, es decir, el valor que tenía en el mercado justo antes del siniestro.
El seguro de coche a todo riesgo ofrece una protección integral que puede ser esencial dependiendo de tus circunstancias personales. Aunque el coste de la prima es más alto en comparación con otras modalidades de seguros, las amplias coberturas y la tranquilidad que proporciona pueden justificar esta inversión.
Si valoras la seguridad y quieres minimizar los riesgos asociados al volante, contacta con un Agente Ges para que te ayude a evaluar las diferentes opciones de seguro, comparar pólizas, entender sus condiciones y asegurarte de que el seguro que elijas se ajuste a tus necesidades específicas.