Si te preguntas ¿qué es un seguro de responsabilidad civil para empresas?, piensa en una red de protección que entra en juego cuando, por accidente, tu actividad provoca daños personales o materiales a terceros y recibes una reclamación. Este producto cubre las indemnizaciones hasta el límite por siniestro pactado en la póliza y suele incorporar defensa jurídica, constitución de fianzas y costas si el siniestro está amparado. Su objetivo es evitar que un percance cotidiano desestabilice la tesorería o la continuidad del negocio.
Un seguro de RC empresarial traslada a una compañía de seguros el impacto económico de tu obligación de indemnizar a terceros por daños accidentales vinculados a tu actividad o a tu inmueble. En las Condiciones Particulares se fija la indemnización que se asegura en caso de siniestro (límite por siniestro y, si procede, por víctima) y la franquicia aplicable. El condicionado también acota el ámbito temporal: cubre hechos ocurridos durante la vigencia y daños manifestados en ese periodo (con los matices de comunicación que determine la póliza).
Protege ante daños a terceros derivados del funcionamiento normal del negocio: dependencias, instalaciones, maquinaria, rótulos, etc. Si un cliente se lesiona en el local o una rotura afecta a un vecino, la póliza responde hasta el límite por siniestro indicado en particulares.
1. Propietario del local: cubre reclamaciones por daños que se originen en el edificio (p. ej., fuga de agua que afecta a otra planta).
2. Arrendatario (RC locativa): cubre daños materiales al local alquilado frente al propietario cuando deriven de incendio, explosión o agua. Suele ser una exigencia contractual. Puede contemplar franquicia.
Ampara reclamaciones por daños corporales o fallecimiento de personal asalariado (y, según modalidad, de autónomos dependientes) con ocasión del trabajo, incluyendo defensa jurídica y fianzas dentro de los límites de la póliza.
Extiende la protección cuando instalas, montas, reparas o revisas en casa de clientes. Aplica mientras realizas esos trabajos.
Para saber qué producto escoger, deberás tener en cuenta:
1. Mapa de riesgo: identifica puntos de contacto con terceros y trabajos en exterior.
2. Contratos y pliegos: revisa cláusulas que exijan RC locativa y capital asegurado mínimo.
3. Coberturas complementarias: si hay asesoramiento, estudia una RC profesional específica (no confundir con explotación).
4. Revisión periódica: establece límites y franquicia cuando cambie el alcance de tu actividad.
Para entender escenarios en los que la responsabilidad puede operar sin necesidad de probar culpa, te interesa la responsabilidad civil objetiva.
1. RC profesional (errores técnicos/asesoramiento) salvo pacto expreso.
2. RC contractual (incumplimiento del contrato en sí).
3. Daños a bienes bajo intervención directa (con matices en garantías específicas).
4. Multas y sanciones, actos dolosos o bajo alcohol/drogas.
5. Riesgos que exigen póliza específica (p. ej., circulación de vehículos, contaminación no accidental).
En Ges Seguros nos caracterizamos por:
1. Acompañamiento experto del Agente Ges: evalúa tus riesgos reales y traduce necesidades en coberturas concretas (explotación, locativa, patronal, productos/post-trabajos).
2. Capital asegurado a medida: límites por siniestro (y por víctima cuando aplique) alineados con contratos y exposición.
3. Póliza clara y revisiones programadas: la protección evoluciona con tu negocio (nuevos locales, más aforo, externalizaciones).
4. Defensa jurídica integrada: dirección letrada, fianzas y costas dentro del marco pactado.