A la hora de contratar la protección de un seguro, hay que tomar varias decisiones que no se deben pasar por alto. En algunas tipologías de seguros, como los de coches o motos, una de las opciones que se presentan es la de contratar un seguro con o sin franquicia.

La franquicia se define como una participación que el asegurado asume en los siniestros, en la forma y cuantía fijadas en la póliza. Así, cuando ocurre un accidente que da derecho a una indemnización, se establece una cierta cantidad que debe aportar al asegurado, que puede ser una cifra fija o un porcentaje.  

 

¿Cómo funciona un seguro con franquicia?

 

La franquicia se paga cada vez que el asegurado sufre un siniestro recogido en póliza, a la hora de disfrutar de la cobertura. Por ejemplo, si contratas un seguro de coche con una franquicia de 150€ para el cambio de lunas y la factura resulta en 1.000€, la compañía te abonará 850€ y tú aportarás los 150€ restantes. Habitualmente, la franquicia se deducirá de la indemnización que corresponde en cada siniestro.

Del mismo modo, los daños causados serán reparados a cargo de la compañía aseguradora siempre que superen la franquicia establecida (en el caso anterior, 150€).

La franquicia se pacta con las compañías aseguradoras, que por norma general ofrecen a sus clientes la opción de contratar un seguro con o sin franquicia, así como diferentes opciones de franquicia; y quedan reflejadas en las condiciones particulares de cada póliza. 

 

 

Ventajas de la franquicia en un seguro

 

El objetivo de pactar una franquicia es disminuir el precio de la prima de la póliza del seguro. Cuanto más alta sea la franquicia, mayor será el descuento sobre la prima inicial que aplica la compañía aseguradora. De este modo, optando por los seguros con franquicia, es posible ampliar coberturas sin que la prima aumente tanto.

La razón de ser de esta rebaja es bastante clara. Por un lado, el asegurado asume parte del siniestro y, por otra, la aseguradora verá reducida la siniestralidad, ya que el asegurado no dará partes por daños propios cuyo importe sea inferior a la franquicia acordada. Esto le permite ajustar más el precio del seguro.

Contratar un seguro con o sin franquicia es una decisión personal. Según el número de siniestros o partes que des de manera habitual, te compensará una modalidad u otra.

 

¿Me compensa un seguro con franquicia?

 

Habitualmente, se recomiendan los seguros con franquicia para asegurados con pocos siniestros. 

Por ejemplo, imagina que compras un coche nuevo, que solo usas los fines de semana o en ocasiones puntuales. Quizás te compense tenerlo perfectamente protegido con un seguro con amplias coberturas, ya que es nuevo, pero ¿con o sin franquicia? En este caso, como usas poco el coche, la posibilidad de accidentes es más reducida y quizás te compense un seguro con franquicia como GesAuto Óptima, que te ofrece la máxima protección para tu vehículo con diferentes opciones de franquicia. Si ocurre un siniestro importante, tu coche estaría protegido ‘a todo riesgo’ y solo tendrías que pagar la parte de franquicia.

En cambio, si usas mucho el coche, si das muchos partes o te gusta repintar cada poco tiempo tu vehículo, quizás un seguro con franquicia no sea la mejor opción para ti. Recuerda que pagas la franquicia por cada siniestro.

En definitiva, la modalidad del seguro con franquicia permite hacer más accesibles las coberturas de determinadas pólizas. Así, si quieres contratar un pagar menos por un seguro de coche incluya garantías más exclusivas, puedes optar por un seguro como franquicia.

A la hora de elegir entre un seguro con o sin franquicia, o las cuantías de éstas, es especialmente importante estar asesorado en el momento de la contratación por un agente de seguros profesional. Así, puedes elegir el mejor seguro para tu bolsillo, sin llevarte sorpresas cuando se produzca un siniestro.