Navegar por nuestras costas es una experiencia única, que nos brinda momentos inolvidables, más todavía si podemos disfrutar del mar con tranquilidad y sin preocupaciones. Con un seguro náutico, puedes navegar con la certeza de que tu embarcación de recreo está protegida contra los riesgos que corre en el mar, pero también en tierra y en el puerto.

En este artículo, te contamos las garantías que debe tener un seguro náutico para embarcaciones de recreo de uso particular, como un catamarán, una lancha o un velero.

 

La responsabilidad civil, una garantía obligatoria en el seguro náutico

 

Un seguro náutico no solo protege la embarcación, sino también tu patrimonio.

Imagina que tu embarcación colisiona con otra y causa daños significativos. Sin un seguro náutico, tendrías que asumir personalmente los costes de reparación o reemplazo de la otra embarcación, así como los gastos médicos de las personas afectadas, lo que podría ascender a miles de euros y poner en riesgo tu patrimonio y estabilidad financiera.

Al contar con un seguro náutico que incluya la responsabilidad civil, estarás protegido ante estos riesgos. Tu póliza se encargará de cubrir los gastos de reparación de la embarcación dañada y los costes médicos de las personas afectadas. También proporcionará asesoramiento legal y cubrirá los gastos de defensa necesarios.

Además de conveniente, contar con la garantía de responsabilidad civil es obligatorio para navegar en aguas españolas, tal y como se establece el Real Decreto 607/1999, de 16 de abril, que exige las siguientes coberturas a todas las embarcaciones (también las extranjeras) que operen en nuestras aguas:

1. Daños a terceros por colisión, abordaje y otros incidentes derivados del uso de embarcaciones en aguas marítimas españolas.

2. Daños a terceros causados por esquiadores y objetos remolcados por la embarcación en el mar.

3. Daños a terceros causados por la embarcación auxiliar del barco, siempre que esté claramente identificada como parte de la embarcación principal, es decir, con el mismo indicativo de matrícula.

4. Daños a terceros por contaminación ambiental. La Ley de Navegación Marítima requiere que la responsabilidad civil responda por contaminación accidental, para cubrir los costes de indemnización en caso de contaminación del mar o para sufragar las medidas adoptadas para prevenir o minimizar daños.

Por ley, la responsabilidad civil obligatoria de un seguro náutico cubre indemnizaciones hasta el límite de 120.202 € por víctima, con un límite máximo de 240.404 €. Para daños materiales, contaminación o pérdidas económicas, el límite de cobertura es de 96.161 €. Si la indemnización a pagar supera estas cantidades, tendrías que asumir la diferencia con tu patrimonio.

Por eso, teniendo en cuenta que los accidentes náuticos pueden traer consecuencias fatales, se recomienda ampliar la garantía de responsabilidad civil de forma voluntaria. De este modo, la compañía aseguradora responderá por ti hasta el límite que pactes en las condiciones particulares de tu póliza.

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Garantías importantes en un seguro náutico

 

Ahora que ya sabes que tu seguro náutico debe incluir, sí o sí, la garantía de responsabilidad civil, te interesará conocer otras trece garantías que puedes incluir y que están diseñadas para proteger tu embarcación ante todo tipo de situaciones (averías, daños provocados por el clima, daños provocados por humanos…) que pueden darse en tierra, mar y puerto.

1. Daños a la embarcación. Cubre los daños causados por situaciones como hundimiento, naufragio, colisiones con objetos flotantes o fijos, varaduras, incendios, explosiones del motor, impactos de rayos o golpes de mar.

2. Rotura de varios elementos del barco. El seguro náutico puede proteger tus mástiles, botavaras, tangones y jarcia y cubrir también la rotura de toldos, lonas, fundas y velas. 

3. Pérdida de llaves. Esta garantía te brinda la tranquilidad de poder reemplazar la cerradura y la llave de acceso a tu embarcación en caso de que extravíes las llaves o te las roben. 
4. Pérdida total o abandono de la embarcación. Esta garantía ofrece una compensación en caso de que la embarcación se pierda por completo o deba ser abandonada debido a los riesgos detallados en la póliza, como un incendio.
5. Remolque y salvamento en el mar. Si la embarcación sufre una avería o un accidente durante la navegación que impida su regreso por sus propios medios, esta cobertura reembolsará los gastos del remolque hacia el puerto o la zona deportiva más cercana.

6. Efectos personales. Si contratas esta garantía adicional, el seguro náutico puede cubrir los efectos personales que se encuentren a bordo de la embarcación.

7. Remoción de restos. En caso de que la embarcación quede inservible después de un accidente y las autoridades marítimas así lo indiquen por motivos de seguridad, esta cobertura se encargará de los costes de trasladar los restos.

8. Accidentes personales de los ocupantes. Responde por las indemnizaciones por accidentes corporales que puedan sufrir los ocupantes durante el embarque, desembarque o mientras se encuentren a bordo de la embarcación. Sin embargo, es importante revisar las condiciones particulares para conocer el número máximo de personas cubiertas.

9. Motor de la embarcación. Esta garantía compensa la pérdida o avería del motor principal o auxiliar de la embarcación, así como de las conexiones del equipamiento eléctrico y las baterías.

10. Robo o atraco. Cubre el robo de la embarcación completa o de sus partes fijas mientras se encuentre a flote, en garajes o durante su transporte. Además, incluye los gastos necesarios para reemplazar la cerradura y las llaves de acceso a la embarcación, así como los daños causados por intentos de robo.

11. Gestión amistosa de multas. Esta garantía está diseñada para simplificar y agilizar el proceso de resolución de multas, brindando asistencia profesional y experta para abordar el tema de manera amistosa y evitar posibles complicaciones.

12. Cláusulas del Institute Yacht. Se trata de un catálogo adicional que contempla diversas circunstancias bajo las cuales los daños a la embarcación propia o a terceros estarán cubiertos. Estas cláusulas, también conocidas como cláusulas, presentan diferencias con respecto a las cláusulas españolas en varios aspectos, entre ellos, la posibilidad de acordar el valor venal de la embarcación.

13. Transporte terrestre. El seguro náutico puede proteger tu embarcación de recreo durante su transporte por medios terrestres, incluyendo carreteras, puertos, almacenes, garajes, depósitos terrestres, talleres y astilleros.

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Garantías a añadir, según el uso de tu embarcación

 

Cuando se trata de asegurar una embarcación, es importante considerar garantías adicionales que se ajusten al uso específico que se le dará. Dos ejemplos comunes son la participación en regatas y en competiciones de pesca deportiva.

Existen garantías diseñadas específicamente para aquellos propietarios de embarcaciones que planean participar en regatas, pruebas, competiciones o entrenamientos, que incluyen la responsabilidad civil de los participantes, lo cual es fundamental, ya que las regatas y eventos similares pueden implicar situaciones de riesgo y posibles daños a terceros. 

Por otro lado, si tienes la intención de utilizar tu embarcación para la pesca deportiva como aficionado, es recomendable contratar una garantía específica para esta actividad. Se encargará de cubrir los posibles riesgos y daños asociados a la pesca deportiva, como los daños a la embarcación o a terceros durante un evento de pesca. Al obtener esta garantía, estarás protegido en caso de accidentes, colisiones u otros incidentes que puedan ocurrir durante tu participación en este tipo de eventos.

Si piensas llevar a cabo estas actividades con tu embarcación de recreo, no olvides incluir las garantías necesarias en tu seguro náutico.

 

Consejos para contratar un seguro náutico

 

Cuando se trata de contratar un seguro náutico, es fundamental asegurarse de tener una buena cobertura. Para lograrlo, es necesario analizar en profundidad la póliza o contrato, aunque en ocasiones sean largas, complicadas y difíciles de entender.

Por esta razón, es recomendable contar con el apoyo de un agente de seguros que pueda asesorarte en la elección de las garantías adecuadas y ayudarte a descifrar el clausulado de la póliza.

Con un seguro náutico flexible que se adapte a tu embarcación y a sus usos, podrás disfrutar de la navegación sin preocupaciones.