Aunque todos esperamos tener una vida longeva y la mayor parte de las personas fallece a una edad tardía, la vida da muchas vueltas. Un incidente o una enfermedad desafortunada puede dejar a los familiares y allegados, o a uno mismo, en una difícil situación económica.

La función de los seguros de vida es precisamente evitar esta situación, ofreciendo protección económica a la familia en caso de fallecimiento, o incluso al propio asegurado, en caso de enfermedad grave o invalidez absoluta y permanente, es decir, cuando una situación física o psíquica grave e irreversible le impide trabajar.

Está claro que contar con un seguro de vida ofrece la tranquilidad de que, si algo pasa, habrá un colchón que amortiguará en gran medida el mazazo económico. Sin embargo, muchas personas se preguntan si merece la pena un seguro de vida respecto a la inversión que conlleva.

En este artículo, te contamos qué te ofrece un seguro de vida y las protecciones y servicios adicionales de salud y bienestar de los que puedes beneficiarte. Al terminar de leerlo, tú mismo puedes decidir si te compensa contratar un seguro de vida o no.

 

¿Para qué sirve un seguro de vida?

 

Asegurar el bienestar de los beneficiarios, en caso de fallecimiento

 

En caso de fallecimiento, los beneficiarios del seguro de vida recibirán un dinero, ya sea en forma de capital o de renta (pago periódico), que les ayude a salir de la difícil situación.

Hay que tener en cuenta que, según datos de ICEA, el capital asegurado medio asciende de manera habitual a los 39.608 euros, aunque el 20,5% de las pólizas cuentan con un capital asegurado de 60.101. 

Como vemos, no son cantidades que vayan a resolver una vida, pero sí ayudan a la familia a seguir adelante: a continuar los estudios, pagar los gastos derivados del fallecimiento, afrontar la hipoteca u otros préstamos e incluso a hacer frente al Impuesto de Sucesiones para no tener que renunciar a la herencia. De hecho, las compañías aseguradoras ofrecen adelantos del capital para cubrir el sepelio o el pago del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Por otro lado, uno de los perfiles a los que les merece mucho la pena un seguro de vida es a las personas que trabajan por cuenta propia, ya que la mayoría cotizan por la base mínima y las pensiones de viudedad y orfandad se calculan según esta cotización.

No obstante, a todas las personas con cónyuges, menores o mayores que dependen económicamente de ellas, les merece la pena un seguro de vida, independientemente de que trabajen por cuenta propia o ajena. 

 

Asegurar el propio bienestar económico

 

Asegurar el bienestar propio o de la familia, en caso de sufrir una enfermedad grave o una incapacidad absoluta y permanente, es otra de las principales razones para contratar un seguro de vida.

El matrimonio y los hijos hacen que muchas personas den este paso, con el objetivo de proteger a una familia que depende, parcial o totalmente, de ellas.

Por otro lado, también las personas solteras y sin hijos apuestan cada vez más por los seguros de vida, y actualmente suponen el 37,1% de los tomadores de este tipo de pólizas, según el Informe “El seguro de vida: quién lo adquiere en España” de Estamos Seguros.

De este modo, pueden dejar algo a los allegados y familiares o incluso sentirse personalmente protegidos, asegurando unos ingresos por si sufren algún percance que les impida seguir trabajando.

Además, los seguros de vida de hoy en día proporcionan servicios y coberturas adicionales que todas las personas pueden disfrutar en vida, como las que te comentamos en el siguiente punto.

 

Acceso a multitud de servicios de salud

 

No es necesario que ocurra ninguna desgracia para sacarle partido a un seguro de vida. Muchas compañías aseguradoras ofrecen un paquete de servicios de salud y bienestar que harán que tu seguro de vida merezca la pena, desde el momento de la contratación.

Así, al contratar un seguro de vida con Ges tendrás acceso al servicio GesMás, que te permite disfrutar de muchos servicios de salud y bienestar gratuitos y otros con un precio baremado, significativamente menor al precio de mercado.

  • Medicina privada con precios baremados y sin período de carencia. Acceso a profesionales de todas las especialidades clínicas, análisis clínicos, radiodiagnóstico, atención primaria …
  • Servicios dentales. Acceso a una red de especialistas con una gran cantidad de tratamientos baremados y otros sin coste, como las limpieza dentales, radiologías odontológicas, fluoraciones, visitas de revisión o de urgencias y mucho más.
  • Podrás disfrutar de descuentos importantes en servicios de bienestar como ópticas, balnearios, dietética, cirugía estética y refractiva, ortopedia, logopedia, psicología, podología, servicios de infertilidad y muchas especialidades más.

  • Otros servicios gratuitos, como consejo médico telefónico 24 horas, videoconsulta y chat, consejo psicológico telefónico, segunda opinión médica internacional en enfermedades graves, testamento online y forma ante notario, borrado de la huella digital, ayuda domiciliaria en caso de hospitalización o intervención quirúrgica y más servicios. Además, podrás acceder a una consulta anual de oftalmología o pediatría reembolsable.



El mejor seguro de vida es el que puedes disfrutar día a día

 

Teniendo en cuenta la protección que ofrece un seguro de vida y, además, todos los servicios de los que puedes disfrutar desde el primer día, puedes amortizar tu seguro de vida fácilmente.

Poniendo, por ejemplo, que hagas uso de una limpieza de boca anual gratis es posible que ya tengas compensada la prima del seguro, ya que una limpieza de boca puede llegar a costar 40 o 60 €, dependiendo la clínica. Además, la póliza incluye este servicio para hasta cuatro miembros de la familia.

Y es que, al contrario de lo que mucha gente piensa, las primas de los seguros de vida son muy accesibles y merecen la pena a multitud de perfiles, gracias al uso que se puede dar a la póliza en vida y al ahorro que supone por los servicios que ofrece. Además, no podemos olvidarnos de la tranquilidad de proteger tu futuro y el de los tuyos.

Ahora que ya sabes todo lo que puede hacer por ti, ¿crees que merece la pena un seguro de vida? Si la respuesta es afirmativa, o si todavía tienes dudas, puedes buscar una oficina o agente Ges que resuelva personalmente tus inquietudes o que calcule un presupuesto para tu caso.

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