Navegar es emocionante, pero hasta los aventureros más intrépidos anhelan la tranquilidad de saber que su embarcación de recreo está protegida. No obstante, como las olas inesperadas, los imprevistos pueden surgir en cualquier momento. Ahí es donde entra en juego el seguro náutico, tu leal compañero en cada travesía. Ante la posibilidad de un accidente o avería en el mar, este seguro logra que tu embarcación cuente con la mejor protección.

En este artículo, te contamos qué cubre un seguro náutico en caso de accidente o avería en el mar. 

 

Seguro náutico: protección frente a todo tipo de incidencias

 

Antes que nada, es necesario señalar que no todas las pólizas de seguro náutico cuentan con las mismas coberturas. Es importante elegir una póliza que, además de las coberturas básicas y, por supuesto, las obligatorias (como la responsabilidad civil), permita una adaptación y personalización acorde a las características específicas de tu embarcación y al uso que le das. 

Una vez establecido ésto, te contamos qué garantías incluidas en un seguro náutico se encargarán de protegerte cuando surge un imprevisto en el mar.

 

 

Pérdida total de la embarcación

 

Empecemos por lo peor que le puede pasar a tu embarcación: ¿qué ocurre cuando es irrecuperable? El seguro náutico puede cubrir, si se ha contratado la garantía correspondiente, la pérdida total por causas como un abordaje, un hundimiento, un choque con objetos, un incendio, una explosión de motor, una caída de rayo, un golpe de mar o si queda varada o embarrancada y no se puede rescatar.

 

Daños a la embarcación

 

Un seguro náutico también se ocupa de los daños que pueda sufrir la embarcación en los casos anteriores, además de los daños producidos durante las maniobras de entrada y salida del puerto.

 

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La responsabilidad civil, si la embarcación causa un accidente

 

La cobertura de responsabilidad civil de un seguro náutico responde por los daños personales o materiales provocados a terceros por la embarcación como consecuencia de colisión, abordaje y demás hechos derivados del uso de embarcaciones en las aguas marítimas españolas.

Del mismo modo, responde también por los daños materiales causados por la contaminación causada por la embarcación asegurada, por los esquiadores y objetos remolcados en el mar y por la embarcación auxiliar, siempre esté inequívocamente identificada como perteneciente a la principal (es decir, con la misma matrícula).

El seguro náutico también se encarga de la defensa jurídica, asumiendo los gastos de los letrados y procuradores encargados de defender al asegurado frente a las reclamaciones de responsabilidad civil.

En caso de querer asegurar la embarcación ante accidentes durante su uso en actividades deportivas, es necesario contratar una ampliación de la responsabilidad civil obligatoria, para que cubra los accidentes durante las regatas o su uso durante la pesca deportiva.

 

Reclamación de daños

 

Cuando es una tercera persona quien ha causado el accidente en el mar, el seguro también te protege encargándose de reclamar la indemnización que te corresponde.

 

Rotura de elementos varios

 

Tu seguro náutico puede cubrir la rotura, por fractura o torsión, de mástiles, botavaras, tangones y rotura de la jarcia fija y de labor, independientemente de la causa. Del mismo modo, también la rotura de toldos, lonas, fundas y velas.

 

Avería del motor

 

Si la lluvia, el temporal o un golpe de mar provocan la inundación en todo o parte del motor y sus conexiones, el seguro náutico también cubre la pérdida o avería del motor de la embarcación (principal o auxiliar).

 

Remolque y salvamento

 

Si un accidente o avería deja inutilizada la embarcación una vez se ha traspasado la bocana del puerto, de modo que ésta no pueda volver por sí misma, el seguro náutico reembolsa los gastos que supone el remolque de la embarcación desde el lugar donde quedó inhabilitada, hasta el puerto o zona deportiva más cercana.

 

Remoción de restos

 

En el caso de que pierdas la embarcación porque ha quedado varada o hundida, tu seguro náutico no solo cubre esta pérdida, sino que puede cubrir la remoción de los restos. Y es que una embarcación varada o hundida puede suponer un peligro para los demás navegantes, de modo que la autoridad competente puede exigir el traslado de los restos. En este caso, el seguro náutico se encarga de llevar los restos a un lugar seguro.

 

Efectos personales

 

Si contratas la garantía de efectos personales, el seguro náutico te compensará por aquellos objetos que se pierdan en las situaciones recogidas en las garantías de daños, pérdida total de la embarcación o robo.

Estas son algunas de las principales coberturas de un seguro náutico que ofrecen protección en caso de avería o accidente en el mar, pero tu seguro también puede contener muchas otras que ofrecen protección en tierra o en el puerto.

Para garantizar una elección acertada de coberturas para tu embarcación, es aconsejable buscar la orientación de un agente especializado. Este profesional podrá asesorarte en función de las características específicas de tu barco y explicarte de manera clara las condiciones y alcances de la póliza, ofreciéndote la tranquilidad necesaria para que puedas disfrutar de la navegación sin inquietudes.