Cuando eres propietario o responsable de una empresa, es fundamental protegerla de los imprevistos que puedan surgir. Un seguro multirriesgo empresarial es la solución perfecta para garantizar su continuidad ante cualquier adversidad.

Los seguros multirriesgo se denominan así porque son productos diseñados para cubrir una gran multitud de riesgos o siniestros que pueden tener lugar en una empresa, tanto a nivel físico como a nivel de responsabilidad civil. De esta forma, se evita contratar un seguro para las instalaciones, otro para las mercancías, otro para los accidentes u otro de responsabilidad civil: todo puede integrarse en el mismo, simplificando los trámites, las facturas y facilitando la gestión cuando ocurre un siniestro.

 

Seguro multirriesgo: ¿para qué tipo de empresas es necesario?

 

Un seguro de este tipo puede dar cobertura a muchos tipos de empresas: pequeñas, medianas y grandes empresas, oficinas de servicios profesionales, establecimientos hoteleros, centros docentes, almacenes logísticos, instalaciones deportivas, talleres, centros sanitarios, etc.

Las pólizas multirriesgo para empresas deben ser flexibles y ajustarse a las necesidades de protección de cada cliente y sector. Un único seguro no vale para todas las empresas, y un seguro multirriesgo para una lavandería industrial no necesitará las mismas coberturas que un seguro para un hotel. Lo recomendable es que tu compañía aseguradora ofrezca un amplio catálogo de garantías básicas y opcionales y permita personalizar la póliza para que encaje con las necesidades de tu negocio.

A la hora de la contratación, es indispensable la labor de los agentes de seguros, que te ayudarán a definir los requisitos de cada negocio y a buscar las coberturas relacionadas con el sector para que nada quede al azar.

 

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Coberturas comunes en el seguro multirriesgo empresarial

 

Cada sector es único, por lo que cada seguro multirriesgo tiene unas coberturas diferentes. No obstante, sí hay una serie de coberturas (básicas y opcionales) que son aplicables a todo tipo de empresas. Te contamos cuáles son las más habituales:

  • Incendio, explosión y caída de rayos. Fundamentalmente, garantiza los daños materiales directos que sufran los bienes asegurados como consecuencia de incendio, explosión o caída del rayo; por la acción del calor, el humo y las quemaduras en un incendio o los daños causados por el agua u otras medidas adoptadas para extinguir o impedir su propagación.
  • Daños por fenómenos atmosféricos, como lluvia, viento, pedrisco o nieve.
  • Los daños materiales debidos a la acción del agua (por ejemplo, por rotura de las canalizaciones, atasco o omisión de cierre de grifos).
  • Gastos diversos como salvamento, desescombro y demolición, extracción de lodos y barros, reposición de archivos, desalojo forzoso, obras menores, gastos de intervención de bomberos…
  • Daños por humo que sean consecuencia de escapes repentinos y anormales en sistemas de calefacción, de cocción o similares.
  • Daños producidos por choque de vehículos terrestres o de las mercancías transportadas por ellos.
  • Daños producidos por actos de vandalismo o  actos malintencionados cometidos por un tercero, por tumultos en reuniones o manifestaciones y durante el curso de huelgas legales.
  • Rotura de cristales, lunas, espejos, rótulos, loza, mármoles y granito.
  • Diversas coberturas por robo, como robo y daños por robo, atraco a clientes, visitantes y empleados, atraco a transportadores de fondos, robo y atraco de efectivo en caja fuerte o mueble o robo de cajas en alquiler (hostelería).
  • Coberturas de responsabilidad civil de diferentes subtipos, como la responsabilidad civil explotación, inmueble o locativa, patronal, productos, postrabajos, trabajos en el exterior, etc.
  • Pérdida de beneficios, en las modalidades de indemnización diaria, gastos permanentes, beneficio bruto y pérdida de alquileres.
  • Daños producidos por la electricidad en aparatos eléctricos, ordenadores, equipos electrónicos, y maquinaria.
  • Averías en maquinaria y equipos a causa de manejo incompetente, imprudencia, negligencia o actos maliciosos, entrada de cuerpos extraños, caídas…
  • Daños a mercancías en cámaras frigoríficas: por avería en las instalaciones, escape de gas refrigerante, fallos imprevistos en el suministro, etc.
  • Derrame accidental de líquidos en contenedores de capacidad industrial (como leche, aceite, vino…).
  • Daños en las mercancías transportadas a consecuencia de colisiones, desprendimiento de tierras, incendios
  • Defensa jurídica y reclamación de daños. Esta cobertura protege a la empresa en caso de enfrentar acciones legales, cubriendo los gastos legales y honorarios de abogados, y se encarga de reclamar cuando es posible solicitar una indemnización a una tercera persona que haya provocado un perjuicio.
  • Restauración estética, que cubre los gastos para devolver la apariencia original del negocio después de un daño.
  • Robo e infidelidad de empleados, una cobertura que brinda protección contra pérdidas económicas causadas por actos delictivos internos.
  • Servicios asistenciales para la empresa, como fontanería, electricidad, cerrajería, vigilancia de seguridad o limpieza ante un riesgo asegurado, cristalería, etc.

 

Como puedes comprobar, las garantías de un seguro multirriesgo empresarial pueden cubrir una gran cantidad de riesgos y ofrecer soporte en situaciones muy diversas. Además, en Ges Seguros, puedes combinar los seguros de accidentes, autos y responsabilidad civil en tu seguro multirriesgo y beneficiarte así de condiciones exclusivas.

Contratar la póliza correcta garantiza que un desafortunado incidente no acabe por poner en peligro la continuidad de la empresa. Por eso, te recomendamos que recurras a la asesoría de un agente de seguros para que confeccione una póliza a medida de la actividad de tu compañía.