Un seguro de lucro cesante es la póliza que protege a una empresa frente a la pérdida de ingresos cuando un siniestro cubierto (como un incendio, daños materiales graves o una avería importante) obliga a parar o reducir su actividad. En la práctica, este seguro es lo mismo que el llamado seguro de pérdida de beneficios: simplemente cambia la forma de nombrarlo. Su finalidad es indemnizar a la empresa por los beneficios que deja de obtener durante el periodo en el que no puede funcionar con normalidad a causa del siniestro, de acuerdo con las condiciones y límites fijados en la póliza.
En este artículo, te contamos en detalle en qué consiste la cobertura de pérdida de beneficios, qué modalidades existen y en qué seguros puedes encontrarla.
¿Para qué sirve la cobertura de pérdida de beneficios o seguro de lucro cesante?
La cobertura de pérdida de beneficios, también llamada de pérdida de explotación, de lucro cesante o de paralización de la actividad, tiene la función de compensar la pérdida económica que se produce si un negocio no puede ejercer su actividad con normalidad y, por tanto, deja de percibir ingresos.
La pérdida de beneficios es una cobertura optativa en los seguros multirriesgos empresariales y también en los seguros de comercios. Te protegerá tanto si la paralización de la actividad es total, como si solo es parcial.
Pérdida de beneficios: ejemplo de uso de la cobertura
Pongámonos en situación: una tubería se rompe y la oficina de la empresa o su local comercial se inunda. La cobertura de daños por agua del seguro multirriesgos se hará cargo de los destrozos, pero es probable que no puedas continuar con la actividad durante un tiempo, mientras se efectúan las reparaciones pertinentes o se arreglan los equipos de oficina. Por tanto, disminuirán los ingresos.
Al mismo tiempo, la empresa tendrá que seguir haciendo frente a los gastos fijos, como las nóminas, los suministros o los alquileres, lo que puede poner en riesgo sus cuentas.
Aquí es precisamente cuando entra en acción la cobertura de pérdida de beneficios. Te ofrece una indemnización cuando, a causa de una contingencia cubierta por tu seguro, sufres una pérdida de rendimiento económico de la empresa. De este modo, además de cubrir la reparación de la contingencia, el seguro te compensa por el parón ocasionado y la empresa se puede recuperar más fácilmente.
Hay muchas situaciones en las que puedes recurrir a esta cobertura. Más allá del ejemplo de la inundación que ya hemos comentado, podrías hacer uso de ella si alguien vandaliza la cerradura y no puedes abrir hasta que se repare, si un incendio daña el local, si se producen daños en las mercancías y no puedes seguir trabajando, si un problema eléctrico estropea una máquina y no puedes seguir con tu actividad, etc.
Es una cobertura muy interesante, ya que en ocasiones las pérdidas ocasionadas por la paralización de la actividad superan muy ampliamente al valor de la reparación del siniestro
¿Cuándo me protege esta cobertura?
Es importante recalcar que generalmente, en un seguro de pérdida de beneficios, esta cobertura entra en funcionamiento siempre que el siniestro o la contingencia que causan la paralización de la actividad estén cubiertos por la póliza contratada.
No obstante, casi todas las pólizas multirriesgos para empresas ofrecen coberturas básicas frente a incendios, lluvias, daños materiales, gastos diversos y daños extraordinarios, además de coberturas adicionales ante roturas de cristales y escaparates, atracos, daños por robo o vandalismo, averías por electricidad, etc.
Por otro lado, también es necesario que se reanude la actividad después del siniestro.
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¿Qué gastos cubre la pérdida de beneficios?
Habitualmente, las compañías aseguradoras ofrecen varias modalidades a la hora de contratar esta cobertura. En caso de un siniestro que paralice tu actividad, tu seguro te indemnizará en función de la modalidad que contrates.
- Gastos generales permanentes asegurados. Bajo esta modalidad, la compañía aseguradora te compensaría para que puedas afrontar los gastos fijos de tu negocio, como son los alquileres, las nóminas de los empleados, los seguros o los costes mínimos de las facturas de luz, gas y otros suministros.
Cuando contrates esta cobertura, deberás declarar tus gastos permanentes y mantener esta cifra actualizada. - Beneficio bruto. Esta modalidad va un paso más allá y también te indemniza por la disminución de los ingresos debido a la paralización de la actividad.
Es fundamental que hayas declarado previamente tu facturación anual y tu margen de beneficios, para que se pueda realizar el cálculo de la indemnización. También debes mantener estos datos actualizados. - Indemnización diaria. Este tipo de cobertura de pérdida de beneficios te garantiza una cantidad diaria fija mientras dure la interrupción de la actividad, siempre dentro de los límites temporales establecidos en la póliza. Si la interrupción es parcial, se abona un porcentaje en función del nivel de actividad.
- Pérdida de alquileres. Cubre las pérdidas que puedan sufrir los propietarios de locales comerciales que están en alquiler en caso de que el inquilino, por no poder mantener su actividad, suspenda los pagos.
Sabemos que la cobertura de pérdida de beneficios puede resultar algo complicada de entender, sobre todo para las personas ajenas al sector de los seguros. Por eso, si buscas contratar una póliza para tu empresa que te proteja económicamente ante la paralización de la actividad, puedes recurrir a uno de nuestros agentes Ges.
Nuestros profesionales pueden asesorarte y explicarte, de tú a tú y con transparencia, los pormenores de la cobertura y las modalidades de contratación que más te interesan, según tu tipo de negocio.
Preguntas frecuentes
La función principal es compensar la pérdida económica cuando un siniestro cubierto —como un incendio, daños por agua, avería eléctrica o vandalismo— obliga a parar la actividad. Mientras el multirriesgo repara los daños materiales, esta garantía protege el rendimiento económico de la empresa. Para ver cómo se integra en una póliza completa, puedes consultar el seguro multirriesgo empresarial o explorar los seguros para empresas de Ges.
Sí. Ambos términos se utilizan para hablar de la misma cobertura, orientada a proteger los ingresos cuando la actividad se paraliza por un siniestro cubierto.
Cualquier siniestro cubierto por la póliza que impida trabajar con normalidad puede activarla: inundaciones por rotura de tubería, incendios, daños en equipos informáticos, vandalismo o averías eléctricas. Para entender cómo se evalúan estos daños en el negocio, puedes leer el artículo sobre qué tipo de seguro cubre los equipos de oficina.
La indemnización depende de la modalidad contratada: gastos permanentes asegurados, beneficio bruto, indemnización diaria o pérdida de alquileres. Para que el cálculo sea correcto, es esencial declarar la facturación, el margen de beneficio y los gastos fijos actualizados. Puedes ver cómo se combina esta cobertura con un multirriesgo en el artículo qué es un seguro multirriesgo.
Es habitual combinarlo con un seguro multirriesgo empresarial para proteger bienes materiales y responsabilidad civil, o con pólizas específicas de comercio u oficina. En el blog encontrarás orientación práctica en 5 cosas que debe incluir un seguro de negocio.
