Elegir el mejor seguro para tu negocio no es tarea fácil, pero es importante invertir tiempo en ello para evitar preocupaciones en el futuro. A nadie le gustaría descubrir que su seguro no cubre un riesgo, o lo hace de manera insuficiente, justo cuando más lo necesita.

El seguro que contrates puede ser de gran ayuda en el día a día de tu negocio y un auténtico salvavidas en situaciones graves. Por eso, aquí van algunos consejos para escoger el mejor.

 

1. Evalúa tus necesidades

 

Antes de lanzarte a la contratación de un seguro para tu negocio, puedes comenzar por reflexionar e identificar los riesgos más relevantes.

¿Existen aspectos particulares de tu operación que te exponen a situaciones imprevistas o pérdidas potenciales (pérdidas por incendio, robos de mercancía, atracos a transportadores de fondos, demandas al gerente, interrupción del negocio…)? ¿Cuáles son las necesidades actuales de tu empresa? Además, es crucial considerar los planes futuros y las posibles necesidades que puedan surgir a medida que estos planes se implementen. 

Una vez que hayas respondido a estas preguntas e identificado los riesgos a los que está expuesto tu negocio, estarás en una mejor posición de determinar las coberturas que debe contener tu seguro ideal.

 

2. Conoce los diferentes tipos de seguros para negocios

 

Cuando se trata de asegurar tu negocio, es esencial entender que los seguros para empresas se dividen generalmente en tres categorías principales. Aunque comparten ciertas coberturas, cada modalidad está diseñada para adaptarse a un tipo particular de negocio.

Por ejemplo, si tu negocio opera en un entorno con poco tránsito de personas, limitado a empleados o visitantes ocasionales (como en el caso de una gestoría, consultoría, despacho legal…), considera la opción de un seguro de oficinas o despachos

Este tipo de póliza está pensada para entornos de trabajo que generalmente no están expuestos a grandes riesgos, ya que no suelen almacenar mercancías ni recibir a personas de manera continua. Ofrecen protección frente a incendios, explosiones, daños por agua, roturas de lunas y cristales, responsabilidad civil, etc. Además, ofrecen muchas coberturas útiles para este tipo de negocios, como es el caso de los servicios informáticos (garantías de robo o avería de dispositivos, asistencia online para resolución de incidencias y consultas, copia de seguridad online, servicios de recuperación de datos, etc.).

Por otro lado, si tu establecimiento está ubicado a pie de calle, con afluencia constante de clientes, como una tienda de ropa, una panadería o una farmacia, el seguro de comercio se ajustará mejor a tus necesidades. Este tipo de seguro incluye coberturas diseñadas específicamente para negocios que interactúan continuamente con clientes o que tienen mercancías almacenadas. Se trata de pólizas que, a su vez, son personalizables para que respondan a las necesidades de los diferentes tipos de comercios.

Además, existe la opción del seguro multirriesgo empresarial, también adaptable a las necesidades específicas de diversas actividades empresariales en sectores tan variados como la automoción, la industria, la sanidad, la educación o el sector servicios. Este tipo de póliza suele ser adecuada cuando hay grandes capitales asegurados y una mayor diversidad de riesgos. 

 

3. Solicita el asesoramiento de un agente de seguros

 

Tanto si tienes claro qué tipo de seguro es el mejor para tu negocio, como si todavía tienes dudas sobre este tema, te será de gran ayuda solicitar el asesoramiento de un agente de seguros.

Un agente de seguros no solo te ayuda a identificar el seguro que mejor se ajusta a tus exigencias y necesidades, sino que también te brinda la claridad necesaria sobre la póliza en sí: sus condiciones, garantías y exclusiones. 

Además, te ofrece un trato personalizado y cercano, asegurándose de que te sientas respaldado durante todo el proceso de contratación e incluso después, ya que permanecerá a tu lado realizando un seguimiento constante, adaptando las coberturas según tus necesidades cambiantes y garantizando el cumplimiento de los contratos. 

Asimismo, se encarga de todos los trámites relacionados con siniestros, agilizando los procesos y velando por tu tranquilidad en todo momento. Contar con un agente, es contar con un aliado comprometido con la protección de tu negocio.

 

4. Personaliza tu póliza

 

A la hora de contratar el seguro, ajusta las coberturas y los capitales asegurados según las necesidades específicas de tu negocio. Esto garantizará que estés obteniendo la protección adecuada sin pagar por coberturas innecesarias. Tu agente de seguros te ayudará en este proceso. 

 

5. Completa la protección de tu negocio con otros seguros 

 

Es esencial considerar la naturaleza de tu sector y actividad, ya que esto puede determinar la necesidad de protección adicional, tanto de forma obligatoria como voluntaria. Ejemplos de estos seguros pueden incluir pólizas de responsabilidad civil o seguros colectivos para trabajadores, ya sean de accidentes, vida o salud.

Es fundamental informarse a fondo sobre estos seguros adicionales, ya que te permitirán construir un paraguas de protección completo y adaptado a las particularidades de tu empresa.