Para los trabajadores por cuenta propia, una caída sin más repercusiones que la fractura de un hombro puede suponer un drama. Más allá de las lesiones, sufrir un accidente supone no poder ejercer la actividad laboral y, por tanto, perder ingresos y poner en peligro su situación financiera. Por eso los autónomos tienen muchas razones para contratar un seguro de accidentes que garantice su bienestar económico o el de sus beneficiarios.

 

¿Para qué sirve un seguro de accidentes?

 

Un seguro de accidentes es aquel que cubre los daños corporales que sufre el asegurado como consecuencia de un accidente, entendiendo éste como un hecho que deriva de una causa violenta, súbita, externa e involuntaria.

Los autónomos estarían cubiertos ante accidentes que puedan sufrir tanto en su vida profesional como en su vida personal. 

Un seguro de accidentes cubre ante los siguientes supuestos:

- Fallecimiento. Pago de un capital en caso de muerte accidental.

- Incapacidad permanente derivada de accidente. La situación de incapacidad permanente se da cuando, tras el tratamiento prescrito y el alta médica, el trabajador presenta reducciones anatómicas o funcionales graves.

Hay tres tipos: absoluta (inhabilita al trabajador para toda profesión), total (lo inhabilita para su profesión habitual) y parcial (ocasiona disminución del rendimiento en el trabajo habitual de, al menos, un 33%).

En función del tipo de incapacidad permanente declarada y la gravedad de las secuelas, se establecerá una indemnización.

- Incapacidad temporal. Pago de una indemnización diaria durante el tiempo que dura una incapacidad de carácter temporal a causa de un accidente.

- La asistencia sanitaria, farmacéutica, de hospitalización, de traslado, de tratamientos o de rehabilitación que se pueda precisar a consecuencia de un accidente.

 

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Razones para contratar un seguro de accidentes siendo autónomo

 

1. Menos protección que los trabajadores por cuenta ajena

 

Aunque todos los trabajadores, por cuenta propia o ajena, pueden beneficiarse de un seguro de accidentes, los trabajadores autónomos tienen más razones, ya que están más desprotegidos si un accidente les causa una invalidez permanente o temporal.

Por ejemplo, si la incapacidad permanente es parcial y es consecuencia de un accidente fuera del trabajo, no reciben protección.

En caso de incapacidad permanente total o absoluta, los autónomos sí tienen derecho a indemnización por accidentes fuera del trabajo, pero hay que recordar que ésta depende de la base por la que cotice el autónomo, y que más de la mitad de los trabajadores por cuenta propia cotizan por la base mínima.

 

2. Consecuencias de la paralización de la actividad

 

Cuando un autónomo debe paralizar su actividad por un accidente, es probable que tenga que seguir abonando gastos fijos de su negocio. Un seguro de accidentes ofrece protección económica para hacer frente a las obligaciones durante el período de tiempo que dure la baja o la incapacitación para trabajar.

 

3. Bienestar de la familia

 

Los trabajadores autónomos que tienen familiares o allegados a su cargo tienen más razones para contratar un seguro de accidentes que los ayude a salir adelante ante un accidente grave o fallecimiento.

 

4. Coberturas adicionales

 

De forma adicional, los seguros de accidentes permiten añadir coberturas extra, como el adelanto para los gastos del sepelio o el pago del impuesto de sucesiones, en caso de fallecimiento, o la asistencia en viajes que cubre, entre otras cuestiones, traslados, repatriaciones y atención sanitaria en el extranjero.

 

5. Resulta más económico que otros seguros 

 

Los seguros de accidentes resultan más económicos que otro tipo de seguros, como los de vida. No obstante, no hay que olvidar que estos dos seguros no son iguales, ya que el seguro de accidentes no cubre en casos de fallecimiento o incapacidad por enfermedad, solo a causa de accidentes. Por otro lado, los seguros de vida ofrecen cobertura ante el fallecimiento e incapacidad grave, independientemente de las circunstancias.

La otra cara de la moneda es que el seguro de accidentes cubre un aspecto muy necesario para los autónomos, la incapacidad para ejercer la actividad profesional, sea temporal o permanente, un aspecto que está menos cubierto por los seguros de vida (que pueden cubrir solo la incapacidad permanente y absoluta).

Por tanto, lo indicado es evaluar los riesgos a los que se está expuesto para determinar qué seguro resulta más indicado o combinarlos, de modo que se pueda recibir una indemnización adecuada para todas las posibles situaciones que pueden llegar a producirse: fallecimiento, baja laboral, incapacidad permanente total o absoluta…

Aunque nadie quiere pensar que va a tener un accidente, lo cierto es que estamos continuamente expuestos a ellos. No tienen porqué ser grandes catástrofes: una caída por las escaleras o un accidente de bicicleta pueden acabar con una escayola que nos impida trabajar durante un tiempo.

Si eres autónomo y quieres estar protegido ante los imprevistos en tu ámbito personal y laboral, puedes localizar un agente de seguros cerca de ti para que te oriente sobre qué opciones tienes para proteger tu economía y la de toda la familia.