Los seguros para colectivos cubren a un grupo diverso de personas, que son parte de una misma institución. Por ejemplo, un colegio profesional, un sindicato, un club deportivo o (el caso más común) una empresa

El seguro colectivo para trabajadores se ha convertido en una elección cada vez más popular entre las empresas que buscan proporcionar beneficios adicionales a sus empleados, asegurándose de que cuenten con un mayor respaldo ante accidentes, enfermedades o fallecimiento.

Los seguros colectivos de vida, accidentes y salud pueden personalizarse según las necesidades de cada empresa y actividad. De esta manera, la personalización pasaría por dar a la empresa la posibilidad de decidir el grado de protección y las coberturas específicas, de modo que las pólizas respondan a las necesidades de sus empleados y encajen en el presupuesto establecido.

¿Cómo personalizar un seguro colectivo? Te contamos todos los pasos.

 

Seguro colectivo personalizado, paso a paso

 

1. Elige el tipo de seguro colectivo

 

En primer lugar, es necesario elegir el seguro o los seguros colectivos que se van a ofrecer a los empleados. Los más habituales son:

  • Seguros de vida: Estos proporcionan a los empleados y a sus familias una compensación económica ante situaciones como el fallecimiento, la incapacidad absoluta y permanente para cualquier trabajo, o la incapacidad profesional total y permanente para la profesión habitual.

 

  • Seguros de accidentes: Ofrecen una compensación económica en situaciones de incapacidad absoluta y permanente debido a un accidente, o a sus familias en caso de fallecimiento por la misma causa. También pueden incluir indemnización diaria por incapacidad temporal y cobertura de servicios de asistencia sanitaria en caso de siniestro.

 

  • Seguros de salud: Altamente valorados por los trabajadores, estos seguros dan acceso a centros médicos y especialistas en medicina privada, así como a otros servicios complementarios.



2. Elige la modalidad de contratación

 

La gestión de las primas del seguro puede llevarse a cabo de diversas maneras. Cuando la empresa asume completamente el coste del seguro de sus empleados, estamos hablando de un seguro colectivo cerrado. En este escenario, la compañía se encarga de sufragar la prima, sin que esta sea repercutida a los empleados.

En cambio, en situaciones donde los empleados también contribuyen a la prima, nos encontramos con seguros colectivos abiertos. En este caso, la empresa establece una póliza colectiva que se ofrece a la plantilla. Los empleados pueden aceptar o rechazar la oferta, y en caso de aceptación, el importe de la prima se descuenta de su salario, ya sea de forma total o parcial, mediante un sistema de retribución flexible.

Este enfoque permite distribuir el coste de la prima entre la empresa y los empleados, haciendo que las primas sean más accesibles para todos. Además, al contratarse a gran escala, es posible obtener tarifas más competitivas y condiciones de cobertura más favorables que si se hace de forma individual.

Es importante tener en cuenta que ambos tipos de seguros colectivos tienen implicaciones fiscales distintas, por lo que la empresa debe evaluar cuál se adapta mejor a sus necesidades.

Adicionalmente, existe la posibilidad de ofrecer la inclusión de familiares de los empleados en el seguro colectivo.

 

3. Personaliza el seguro

 

Ajusta los límites de cobertura y las garantías que deseas incluir para tus empleados. 

En caso de dudas, considera la opción de consultar con tu equipo. El equipo que conforma tu empresa es tu activo más valioso, y es esencial tener en cuenta sus necesidades y preocupaciones al personalizar las coberturas del seguro colectivo. Realizar encuestas o sesiones informativas para comprender sus inquietudes y expectativas no solo fortalecerá la moral del equipo, sino que también facilitará el diseño de un plan que realmente beneficie a todos.

En el caso de seguros obligatorios, como los seguros de accidentes de convenio, es necesario verificar los requisitos legales. Cada convenio colectivo establece las condiciones que debe cumplir el seguro, las cuales pueden variar incluso de una provincia a otra. Por lo tanto, si tu empresa tiene presencia en diferentes provincias, es posible que debas contratar pólizas con condiciones diversas. Además, es crucial actualizarlas para cumplir con las garantías y capitales exigidos por el convenio colectivo, en caso de cambios.

 

4. Consulta con tu agente de seguros

 

Aunque hayamos dejado este punto para el final, lo cierto es que la orientación de un agente de seguros es esencial durante todo el proceso. 

Trabaja en estrecha colaboración con un agente de seguros que comprenda las complejidades de tu industria. Su experiencia te ayudará a tomar las mejores decisiones para que tu equipo esté protegido. Del mismo modo, un agente podrá resolver todas tus dudas y apoyarte con el papeleo para que contratar un seguro colectivo sea una experiencia fluida y sin quebraderos de cabeza.